Extracto:Santiago de Chile, 4 ene (.).- Los multifondos de pensiones, gestionados en Chile por empresas priva
Santiago de Chile, 4 ene (.).- Los multifondos de pensiones, gestionados en Chile por empresas privadas y de obligatoria contribución para todos los trabajadores, cerraron el año 2022 con pérdidas millonarias históricas, según cifras publicadas hoy, que han afectado de manera negativa a los ahorros de los ciudadanos.
La ley chilena obliga a los trabajadores a entregar un 10 % de su salario a alguna de las siete Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) que existen en el país sudamericano, que invierten ese dinero y ofrecen cinco tipos de fondo variable (A, B, C, D y E) en función del riesgo que cada persona quiera correr con sus obligados ahorros.
Una vez llegada la edad de retiro, las AFP calculan el dinero acumulado -descontando los gastos de gestión- y establecen una cuota mensual hasta los 110 años que la persona puede cobrar a modo de jubilación, y que en la mayoría de los casos es muy baja.
Si la persona fallece antes de esos 110 años, el remanente restante pasa en parte a sus herederos legítimos.
Según la consultora local Ciedess, en 2022 los fondos de tipo A y B, que son los de mayor riesgo, acumularon pérdidas de 20,81 % y 15,82 %, respectivamente.
El fondo C, de riesgo intermedio, presentó una caída de 9,21%, en tanto los fondos conservadores D y E obtuvieron ganancias de 0,63 % y 7,83 % cada uno.
Se trata del segundo peor rendimiento anual acumulado desde la creación de estos fondos en 1981, solo superado por el golpe financiero de la crisis subprime en 2008.
La situación que estamos viviendo respecto a la caída de los multifondos más riesgosos no es nueva. Recordemos que son bastante proclives a sufrir los efectos de distintos tipos de crisis que puedan experimentarse, tanto políticas como económicas a nivel global, dado que están invertido principalmente en instrumentos financieros que están operando en otros países, explicó a Efe el investigador de Fundación Sol, Recaredo Gálvez.
Según el último boletín de la Superintendencia de Pensiones, a noviembre de 2021 el 55,7 % de los fondos de pensiones privados de Chile estaban invertidos en territorio nacional, mientras que el resto estaba colocado en instrumentos financieros en el extranjero.
El total del fondo de pensiones llega alrededor de 168.000 millones de dólares. Cuando vemos la proporción que está en el extranjero, entendemos que hay una gran disposición al riesgo, pero también hay que tener en cuenta que las inversiones a nivel local están destinadas a distintos grupos económicos que operan en Chile, expuestos a riesgos a su vez, sostuvo el investigador.
CUESIONAMIENTO DEL SISTEMA
El fin de las AFP y el paso a un sistema solidario es desde hace años una de las demandas más sentidas de la sociedad chilena, y ha llevado a varios presidentes, incluido el actual, a prometer cambios profundos a su modelo que aún no se han cumplido.
Sus defensores argumentan que el modelo ha contribuido al desarrollo del mercado nacional de capitales y al crecimiento económico de Chile desde la década de los años 1980.
Sus detractores, sin embargo, consideran que las inversiones, que mueven en torno las AFP solo benefician a las élites y que el sistema únicamente funciona si se tiene un empleo estable y un ingreso alto, algo impensable para la gran mayoría de los trabajadores.
Seguimos viendo a las AFP actuando bajo una lógica de casino, donde la casa siempre gana, porque la comisión es un pago que ellas reciben sí o sí independiente de los resultados y las pérdidas son absorbidas por las y los cotizantes, bajando la rentabilidad futura. Es una situación donde no hay garantía de cuál va a ser el monto de las pensiones que las personas van a recibir, enfatizó Gálvez.
En 2008, se hizo una reforma y se creó una pensión financiada por el Estado, dirigida al 60 % más pobre que nunca había cotizado o que recibía pensiones muy bajas.
El aporte estatal se amplió en 2021 hasta los 185.000 pesos mensuales (200 dólares).