Extracto:El responsable de bonos de BlackRock, Rick Rieder, considera que la volatilidad que experimenta el mercado es una oportunidad y recomienda estas dos operaciones.
Para el director de bonos de BlackRock, Rick Rieder, el comienzo del año ha sido especialmente ajetreado, aunque, tratándose de alguien que supervisa 3 billones de dólares en activos (unos 2,65 billones de euros al tipo de cambio actual), lo más probable es que normalmente no tenga mucho tiempo libre.
La incertidumbre en materia de política económica que ha introducido el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha provocado una agitación en el mercado de bonos que Rieder no había visto nunca. Aun así, dicha volatilidad no implica necesariamente algo malo.
“Ya hay cambios en marcha”, ha aclarado el director de inversiones de renta fija global de BlackRock en entrevista para . “Una de las grandes ventajas de invertir en este entorno es que no es estático”.
“La reacción ante cualquier noticia puede ser realmente extrema”, ha añadido. “Así que los mercados atraviesan estos periodos de falta de liquidez, lo que presenta grandes oportunidades que, por cierto, pueden durar apenas 10 minutos, una hora o un día, pero nunca había visto a los mercados moverse a semejantes extremos”.
Rieder ha compartido con este medio de comunicación algunas de las oportunidades en las que está apostando en este momento en su ETF iShares Flexible Income Active (BINC), que ofrece una rentabilidad del 6,6% y ha crecido hasta alcanzar los 9.000 millones de dólares —7.900 millones de euros— en activos desde su lanzamiento en mayo de 2023.
Una de estas operaciones se sitúa en el extremo inicial de la curva de rendimiento, es decir, los bonos del Tesoro a corto plazo.
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Los beneficios de los bonos a dos años habían caído del 4,3% del año pasado al 3,6% en abril de 2025, cuando los inversores empezaron a descontar hasta cinco recortes de tipos por parte de la Reserva Federal. Sin embargo, al reducirse las expectativas de recortes de tipos, la rentabilidad ha vuelto a subir hasta casi el 4%, haciendo que estos activos se vuelvan más atractivos.
Los bonos a corto plazo también ofrecen una cobertura frente a la volatilidad económicaa corto plazo, lo que permite a los inversores obtener un cupón sólido sin quedarse atrapados durante demasiado tiempo. Por su parte, el responsable de bonos de BlackRock asegura que el extremo largo de la curva no está actuando como cobertura frente a la recesión, puesto que los inversores están preocupados por la inflación derivada de los aranceles y el aumento de los rendimientos como consecuencia del creciente déficit fiscal.
“Prefiero mantener el beneficio alto y no tener que preocuparme por la volatilidad”, ha reconocido el propio Rieder.
“El extremo largo no sirve de cobertura”, ha indicado. “Su función tradicional de compensación del riesgo no funciona hoy en día, por lo que, hasta que la rentabilidad suba significativamente, no veo ninguna razón importante para mantener posiciones largas en tipos de interés”.
En cambio, los tipos a largo plazo en Europa sí que son más atractivos, según este experto inversor. El alto ejecutivo de BlackRock ha afirmado que está apostando por los bonos europeos de alto rendimiento con calificación B y BB para obtener unos beneficios mayores.
Esto se debe a que el crecimiento económico se está ralentizando en mayor medida en Europa que en EEUU y la inflación es más moderada, por lo que es probable que el Banco Central Europeo recorte los tipos de forma más agresiva. Esta situación ha supuesto una volatilidad al alza limitada para los tipos europeos.
Por ejemplo, mientras que la rentabilidad de los bonos del Tesoro a 10 años ha subido del 3,99% al 4,43% desde el 4 de abril,los rendimientos de los bonos de la zona euro a 10 años se han mantenido prácticamente estables, con una caída de solo 3 puntos básicos, del 3,13% al 3,1%. Cuando los beneficios suben, los bonos pierden valor y viceversa.
“Asumir parte del riesgo de los tipos de interés en Europa frente a los de Estados Unidos, especialmente frente a los tipos a largo plazo, ha sido algo muy interesante”, ha argumentado Rieder.
“Normalmente, los tipos de EEUU y Europa se mueven al unísono”, ha señalado. “Ahora estamos viendo movimientos históricos de los tipos europeos en relación con los estadounidenses, lo que significa que los tipos europeos son mucho más estables”.
Además, la debilidad del dólar frente al euro se convierte en la guinda de este pastel.
“Gracias al canje de divisas, se puede comprar en Europa y obtener un par de puntos porcentuales de rendimiento adicional”, ha expresado el responsable de bonos de BlackRock, refiriéndose así a la ventaja que tienen los inversores estadounidenses a la hora de invertir en territorio europeo.
Rieder ha explicado que, para mitigar el riesgo de caída de algunos de los bonos de mayor rendimiento de los que componen su cartera de inversión, los combina con activos de alta calidad, como intereses de préstamos garantizados con calificación AAA.