Extracto:El conflicto entre Irán e Israel dispara el crudo un 11% y reaviva el temor a una interrupción en una de las rutas energéticas más críticas del mundo.
El precio del petróleo vuelve a estar en el centro de la tensión geopolítica.
Desde que estalló el conflicto entre Irán e Israel, el barril de Brent —referencia internacional— ha subido alrededor de un 10% desde el estallido del conflicto, impulsado por el temor a una interrupción del tráfico marítimo en el estrecho de Ormuz, un punto de gran importancia estratégica.
Este paso angosto, situado entre Irán y Omán, concentra una quinta parte del petróleo que se consume en el mundo y un tercio del gas natural licuado global. La posibilidad de que se convierta en un nuevo punto caliente ha encendido todas las alarmas en los mercados energéticos.
El estrecho de Ormuz, con apenas 50 kilómetros de ancho en su punto más estrecho, conecta el Golfo Pérsico con el océano Índico. Por sus aguas transitan diariamente unos 20 millones de barriles de crudo, exportados desde gigantes energéticos como Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Irak, Kuwait, Qatar o Bahréin.
Su cierre o bloqueo parcial tendría consecuencias inmediatas sobre la oferta mundial de petróleo, presionando al alza los precios y comprometiendo la estabilidad energética global.
La situación no es nueva.
Irán ha amenazado en numerosas ocasiones con cerrar el estrecho como respuesta a sanciones o acciones militares. Aunque nunca ha llegado a cerrar completamente el paso, su capacidad para interrumpir el tráfico es una baza recurrente en su estrategia de presión.
“Si Irán decide interrumpir el flujo de petróleo a través de Ormuz, o atacar infraestructuras en la región, podríamos ver un aumento de 20 dólares por barril o más”, ha advertido a Jorge León, experto de Rystad Energy y exfuncionario de la OPEP. El barril de Brentcotiza actualmente por encima de los 76 dólares, tras una semana de marcada volatilidad.
La OPEP+, coalición de grandes productores de petróleo, tiene poco margen de maniobra.
Arabia Saudí y Emiratos Árabes son los únicos con capacidad de aumentar significativamente su producción, pero esa reserva apenas cubre el volumen que exporta Irán, asegura el medio europeo. Además, la limitada inversión en infraestructuras petroleras tras la pandemia ha reducido la capacidad de reacción ante interrupciones imprevistas, según .
Más allá del petróleo, los inversores también vigilan otros activos sensibles al riesgo. El índice VIX, que mide la volatilidad esperada en Wall Street, ha subido un 24%, aunque se mantiene por debajo de niveles críticos.