Extracto:El banco de inversión considera que el oro puede registrar una escalada aún mayor si la independencia de la Fed se pone en cuestión y los inversores pierden confianza.
Goldman Sachsadvierte que el oro podría subir hasta casi 5.000 dólares por onza troy si continúa el asedio desde el Gobierno de Donald Trump a la Reserva Federal (Fed) y los inversores optar por trasladar solo una pequeña parte de sus carteras de deuda pública de EEUU hacia el metal dorado.
“Un escenario en el que se dañe la independencia de la Fedprobablemente conduciría a más inflación, menores precios de las acciones y de los bonos a largo plazo, así como a una erosión del estatus del dólar como moneda de reserva. En contraste, el oro es una reserva de valor que no depende de la confianza institucional”, escribieron los analistas de Goldman Sachs.
El banco expone diferentes escenarios para el metal, con una previsión base de subida hasta los 4.000 dólares la onza a mediados de 2026; un horizonte extremo de 4.500 dólares; y una estimación de casi 5.000 si tan solo un 1% del mercado de deuda pública estadounidense en manos privadas se trasvasa hacia el oro en busca de refugio.
“Estimamos que si un 1% del mercado de deuda pública de Estados Unidosen manos privadas se trasladara al oro, el precio del oro subiría a casi 5.000 dólares la onza, asumiendo que todo lo demás se mantenga constante”, señala Goldman en su informe, según recoge Bloomberg. Los expertos de la firma de Wall Street prevén en ese caso un escenario de caídas en las bolsas y los bonos.
El oro acumula una revalorización del 36% en 2025y está cerca de duplicar su precio desde la pandemia. Hoy cotiza cerca de los 3.600 dólares por onza troy, su nivel más alto de todos los tiempos. Detrás de este rally se encuentran los episodios de inflación ocurridos y la dificultades de los bancos centrales para contenerla pese a las agresivas subidas de tipos realizadas entre 2022 y 2023. Además, las propias instituciones monetarias han acumulado oro como reserva.
Pero el factor que más está pesando en los últimos meses en EEUU son los ataques del presidente del Gobierno, Donald Trump, y su equipo para ejercer un mayor control sobre la Fed, presionando para que baje los tipos de interés a pesar de que la inflación sigue sin bajar al objetivo del 2% que tiene el banco central. Las amenazas verbales se han transformado en hechos.
Señales de estanflación
“Cualquier signo de errores de política o de autonomía vacilante probablemente amplificará el entusiasmo por el oro, reforzará la percepción del metal precioso como cobertura contra el riesgo financiero y la pérdida de confianza en la moneda fiduciaria”, advierten en Goldman.
La nota de Goldman no entra en detalle sobre los últimos acontecimientos en la Fed que han trascendido a la esfera pública, como es la batalla judicial por el despido de la gobernadora Lisa Cook,las críticas de Trump a las decisiones de política monetaria o los insultos a Jerome Powell para menoscabar su imagen pública.
Además, el principal asesor económico de Trump, Stephen Miran, ha comparecido ya ante el Congreso para obtener la aprobación como gobernador de la Fed ante una de las vacantes generadas, mientras el secretario del Tesoro, Scott Bessent, anunció que pronto comenzará las entrevistas para reemplazar a Powell.
Aun así, a medida que se acumulan los desafíos a la posición de la Reserva Federal, figuras de alto nivel en los mercados globales han expresado su preocupación por las posibles consecuencias. Entre ellos, la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, advirtió a principios de semana que la pérdida de independencia de la Fed supondría un “grave peligro” para el mundo.
El libro Beige de la Fed, publicado esta semana, refuerza un panorama favorable al oro,con un cuadro de precios al alza, desaceleración y deterioro del mercado laboral. El informe de coyuntura del banco central la economía no está creciendo, los consumidores luchan con salarios que no alcanzan a compensar la subida de los precios y los aranceles se propagan en las cadenas de suministros, con interrupciones de las exportaciones o costes más altos.