Iberdrola aprovecha el desplome del real brasileño para recomprar el 30% de Neoenergía a su socio en la salida a bolsa de 2019

Iberdrola ha alcanzado un pacto para adquirir el 30,29% que Caixa de Previdência dos Funcionários do Banco do Brasil (Previ)mantiene en su subsidiaria brasileña, Neoenergia, por unos 1.880 millones de euros, según informó este jueves la compañía liderada por Ignacio Sánchez Galán.

Con esta transacción, Iberdrola, que hasta la fecha poseía el 53,3% de su filial en Brasil, pasará a controlar alrededor del 84%del capital social de Neoenergia.

El precio fijado, de 32,5 reales por acción,supondrá un desembolso cercano a 11.950 millones de reales brasileños, equivalentes a 1.880 millones de euros.

Debut en 2019 y desplome del real

Neoenergía debutó en la Bolsa de Sao Paulo en 2019 en una colocación que entonces se fijó a 15,65 reales por acción, de modo que la multinacional española pagará un 100% más a Previ según los términos de la recompra actual.

No obstante, el coste para Iberdrola será muy inferior debido al desplome del real brasileño frente al euro en estos seis años, de casi el 50% desde entonces.

La operación queda supeditada a las autorizaciones regulatorias pertinentes y se prevé que se materialice en los próximos meses.

Neoenergia distribuye electricidad a unos 40 millones de ciudadanos brasileñosa través de cinco compañías regionales ubicadas en Bahia, Rio Grande do Norte, Pernambuco, São Paulo, Mato Grosso do Sul y Brasilia, además de administrar 18 líneas de transmisión.

La filial brasileña de Iberdrola cuenta con más de 725.000 kilómetros de redes de distribución, 8.000 kilómetros de transporte y dispone de 3.800 megavatios (MW) de generación renovable, en su mayoría hidroeléctrica.

Según destacó Iberdrola, en 2024 Neoenergia se consolidó como la empresa“que más fondos destinó a infraestructuras básicas en todo el país”, con inversiones superiores a 9.800 millones de reales (1.540 millones de euros), orientadas a expandir, modernizar, conservar y digitalizar su red.

“En los próximos años, la compañía afronta unas perspectivas de fuerte crecimiento gracias al incremento esperado de las inversiones en redes reguladas con marcos regulatorios incentivadores”, apunta Iberdrola en un comunicado.

Con esta compra, la energética recalca que da un paso más en su estrategia de crecimiento apoyada en el negocio de redes eléctricas, donde ya gestiona 1,4 millones de kilómetros de infraestructuras en Estados Unidos, Reino Unido, Brasil y España.